¿Dónde te ves de aquí a 5 o incluso 10 años? Es una pregunta que se hace muy a menudo en las entrevistas de trabajo. Pero, ¿cuántas veces has cerrado los ojos para visualizar tu futuro? Y si eres uno de los pocos afortunados que lo hace, ¿con qué frecuencia piensas en las habilidades necesarias para hacer realidad esta visión? El lugar donde estás hoy es resultado de tus conocimientos, competencias y experiencias. Pero el futuro del trabajo no está escrito. Y se necesitarán nuevas habilidades, o como dice el refrán: «El que tiene una alta meta, suele cambiar de chaqueta». Es hora de pensar en las habilidades profesionales del futuro que tu organización necesitará adquirir, desarrollar y mantener en el tiempo.
Empezamos fuerte: la adaptación al cambio. Esta puede ser la soft skill más difícil de aprender, pues va en contra de la naturaleza humana. La neurociencia ha demostrado que una de las cosas que más ansiamos es la certeza. Y ahí es donde radica el principal problema. Los cambios cada vez se producen a mayor velocidad. Esto significa que la incertidumbre se convertirá en la norma general y que los empleados tendrán menos tiempo para detenerse y analizar la situación. Superar su instinto natural de claridad y seguridad, sentirse cómodo con saber lo que está por venir y aceptar esa incertidumbre se volverán algo esencial.
2. Mentalidad de crecimiento
Otra habilidad profesional que no puede faltar en esta lista es la mentalidad de crecimiento. Esto implica comprender a fondo las circunstancias y los retos que generan, permitirse aprovechar nuevas oportunidades y asumir riesgos para ofrecer un nuevo valor al mercado. Una mentalidad de crecimiento puede ayudar a los empleados a superar los obstáculos a los que pueden enfrentarse cuando aprenden algo nuevo o desarrollan una nueva habilidad. Aquellas personas que cuentan con una mentalidad de crecimiento perseveran en la búsqueda de sus objetivos, incluso si esto supone fracasar por el camino. En pocas palabras: hacen que las cosas pasen en lugar de verlas pasar.
3. Resiliencia
Sin duda, la palabra de moda del 2021. La resiliencia está estrechamente relacionada con la mentalidad de crecimiento y la adaptación al cambio. Y hoy, más que nunca, la necesitamos. Pero aceptar los imprevistos no es tan sencillo y requiere de nuevas competencias como el control del estrés, el optimismo, el autoconocimiento, el trabajo en equipo, la creatividad y la desconexión.
Esta habilidad permite a los empleados reaccionar de forma positiva a los contratiempos. Recuerda: la adversidad no se supera, se aprende de ella. Dada la rápida evolución de las necesidades y el panorama actual de las organizaciones, la resiliencia pasa a ser una prioridad estratégica clave. Sentará las bases de empleados enérgicos en busca de oportunidades de crecimiento y autoaprendizaje en una realidad de cambio constante.
4. Inteligencia cultural y diversidad
La globalización ha hecho que nuestro mundo, así como nuestro lugar de trabajo, sea más abierto y diverso. Por ello, ser capaz de comprender, respetar y trabajar con otras personas que puedan diferir de uno en cuanto a raza, cultura, idioma, edad, género o cualquier otro aspecto es esencial. Los empleados con un alto nivel de inteligencia cultural desempeñan un papel vital a la hora de salvar las diferencias y las lagunas de conocimiento en una organización. Son clave para educar a sus compañeros sobre las diferentes culturas, transferir conocimientos entre grupos y ayudar a crear conexiones interpersonales. Gracias a su capacidad para integrar fuentes varias, tienen el potencial de impulsar la innovación y la creatividad. Esto no solo mejora la interacción dentro de la empresa, sino que también es probable que haga los servicios o productos más inclusivos.
5. Pensamiento crítico (analítico)
Las habilidades técnicas ya son un requisito más para los empleados que realizan casi cualquier trabajo. Sin embargo, el pensamiento crítico va un paso más allá. Se trata de la capacidad de recopilar y analizar información, resolver problemas y tomar decisiones. Al analizar el flujo de información procedente de diversas fuentes, los grandes pensadores analíticos serán capaces de confiar en el razonamiento en lugar de en las emociones. Así, comparan pros y contras y basan su solución en hechos. Los empleados con estas habilidades pueden ayudar a resolver los problemas de la empresa y mejorar tanto la productividad como el éxito en general.
Ahora es el momento
¿Te preguntas cuándo empezará el futuro del trabajo? ¡Pues ahora mismo! Según el Informe sobre el Futuro del Empleo del Foro Económico Mundial, el 50% de todos los empleos necesitará volver a formarse en 2025. Las competencias actuales son un buen punto de partida, pero el éxito del mañana pide cada vez más y diferentes habilidades. Y eso es bueno. Nos mantiene frescos y con visión de futuro. ¿No es esa la mejor forma para seguir avanzando?
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