La historia de la humanidad está marcada por grandes líderes. Ya sea Nelson Mandela, Steve jobs o Martin Luther King Jr., todos ellos cambiaron el mundo de una determinada manera. No son muchos los jefes de empresa que marcan un antes y un después en el devenir de la sociedad. Sin embargo, son una pieza clave en el éxito de toda una organización. Pero, ¿cuál es el papel de un líder de éxito en pleno siglo XXI?
Este nuevo tipo de liderazgo no significa liderar menos, sino de una manera diferente. El volumen de información y las rápidas innovaciones dejan a un lado la típica tarea de jefe: guiar a sus colaboradores. Los sistemas informáticos y los algoritmos son los nuevos encargados de delegar las tareas en un gran número de empleados. Una mayor complejidad del trabajo exige perfiles profesionales más proactivos, lo que a menudo lleva a que estos se conviertan en los únicos expertos en materia; es decir, los únicos responsables de tomar decisiones en su área de responsabilidad.
Los Directores Generales, hasta ahora los más entendidos dentro de la empresa, hoy cuentan con una breve visión de muchas áreas especializadas. Así, los conocimientos de los empleados pasan a un primer plano. Los equipos empiezan a organizarse de forma autodirigida y a recabar información por sí mismos. El teletrabajo, sin duda, está dando un gran impulso a este modelo de trabajo flexible y autónomo. Ante este contexto de digitalización y transformación, ¿qué habilidades deben desarrollar los líderes? ¿Y qué papel desempeña RR. HH. en este cambio?
Los nuevos líderes VUCA
La realidad actual se mueve a pasos agigantados. A menudo es incomprensible y hace que las empresas afronten cada vez más dificultades para planificar los procesos. Destacados futuristas como Bob Johansen hablan de un mundo VUCA – Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad - en el que los líderes pasan a ser «agentes de cambio positivo que construyen un futuro en medio del caos».
1. Los ojos siempre en la meta
Dentro de este caos, la capacidad de ver a través del desorden y las contradicciones, así como aportar claridad es esencial para los líderes contemporáneos. Ellos son los que deben ceñirse a los objetivos a pesar de este entorno volátil y el gran volumen de información al que se enfrentan. A medida que los equipos hacen del trabajo en remoto un hábito, el liderazgo pasa a ser desde la distancia. La comunicación clara y el trabajo en equipo virtual de confianza son, por tanto, requisitos fundamentales para eliminar la incertidumbre entre los empleados.
2. El lado bueno de las cosas
Otra competencia clave para el líder digital es salir regularmente de su zona de confort: adentrarse en lo desconocido y seguir aprendiendo de nuevos mundos virtuales. Estas acciones requieren un instinto creador, un impulso interior para construir cosas y dejarlas crecer. En el futuro, el liderazgo irá mucho más allá de la toma de control. Los líderes digitales forman, desarrollan y amplían redes. Son los nodos de los equipos virtuales que buscan soluciones e impulsan oportunidades de optimización en la empresa. Especialmente ante problemas irresolubles, un líder moderno deber tener la capacidad de seguir viendo las oportunidades.
Aquí, el optimismo juega un papel importante: ¿Ves el vaso medio lleno o medio vacío? El mundo digital crea situaciones en las que los líderes tienen que reconocer el lado positivo a pesar de las circunstancias. El teletrabajo, por ejemplo, establece una distancia física entre los empleados y el líder. Pero también facilita proyectos que cruzan fronteras nacionales y, por tanto, abre nuevas oportunidades.
3. Comunicación y transparencia
Dado que el trabajo en remoto ha pasado a ser parte de nuestro día a día, la comunicación transparente es otra valiosa competencia de liderazgo. En la medida en que un líder comunique abiertamente por qué toma determinadas decisiones y por qué es importante, promueve la autenticidad y, por tanto, la confianza dentro del equipo. La transparencia no solo significa proporcionar información relevante, sino también abrir una dimensión personal y forjar un vínculo emocional en el equipo, siendo tolerante ante los fracasos y estando dispuesto a asumir riesgos. Porque si no te arriesgas como líder, puedes ser la barrera que bloquea los procesos de innovación y el éxito de la empresa.
El papel de RR. HH.
El ritmo acelerado de un entorno laboral en constante cambio da un nuevo significado al famoso aprendizaje continuo. En el mundo digital, los líderes deben adquirir nuevas habilidades en tiempo récord. Según un estudio de Gartner, solo la mitad de los 2800 encuestados afirma estar bien posicionado como futuro líder. Es por eso que RR. HH. Debe apoyar a los líderes actuales para que puedan cumplir con cada vez más amplias habilidades:
1. Liderazgo complementario
Se trata de la colaboración entre un líder y uno o más socios de liderazgo. El objetivo de esta estrategia es compartir la responsabilidad del liderazgo basándose en las habilidades complementarias. Aquellos equipos de RR. HH. que aplican una estrategia en su organización apoyan a sus líderes en la identificación de sus puntos fuertes y débiles. Esto permite a los líderes reconocer oportunidades de crecimiento, contribuir en los campos adecuados y pedir ayuda a otros líderes cuando trabajan en otras áreas.
El liderazgo complementario también significa que los líderes no tienen que cambiar completamente su papel y sus habilidades personales, como suele ocurrir en los programas de desarrollo. En su lugar, este estilo de liderazgo identifica los procesos y marcos de trabajo con los que los líderes están familiarizados y los adapta a los avances en curso dentro de la empresa. La investigación de Gartner demuestra que un estilo de liderazgo complementario muestra un aumento del 60% en el rendimiento de sus equipos y un 40% en su propio rendimiento.
2. Gestión del talento interno
Encontrar el talento indicado para las funciones correctas. He ahí nuestro santo grial particular. A través de los programas de movilidad interna, los responsables de RR. HH. son capaces de obtener información sobre el rendimiento de sus empleados en diversas funciones y retos. Esto da lugar a una reserva de empleados a la que recursos humanos puede recurrir para cubrir puestos de liderazgo. Así, a pesar de los continuos cambios en el entorno laboral, las organizaciones siempre cuentan con los talentos adecuados para afrontar nuevos desafíos. Y a los empleados se les brindan oportunidades de desarrollo únicas, que conllevan una mayor motivación y satisfacción laboral.
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Para mantener el papel del líder de éxito en el siglo XXI, los equipos de RR. HH. deben enfocarse en reforzar las estrategias de desarrollo del liderazgo de su organización. Aparte del reskilling y upskilling, la colaboración entre líderes y los nuevos modelos de liderazgo permiten crear el futuro de la empresa a pesar de las circunstancias. Los equipos autoorganizados van en aumento y la complejidad del trabajo exige más iniciativa por parte de cada empleado. Al fin y al cabo, son ellos los a menudo los expertos en materia y pueden tomar decisiones en equipo con la misma agilidad y eficacia que un líder. Al fomentar la autonomía dentro del equipo, los profesionales de recursos humanos y los directivos responden con éxito a este mundo en constante movimiento.
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