«El continuo esfuerzo – no la fuerza o inteligencia – es la clave para mostrar todo tu potencial». Si tus empleados siguieran estas palabras de Wiston S. Churchill al pie de la letra, la labor del profesional de RR.HH. sería un poco más fácil. Y es que, la motivación laboral se traduce en empleados comprometidos y un aumento en la productividad empresarial. Además, todos aprovecharían las oportunidades formativas disponibles para seguir avanzando. Por desgracia, la realidad es otra. Al parecer, solo el 20% de tu plantilla cuenta con esa sed de crecimiento y aprendizaje. Una mayor parte necesita un pequeño empujón. ¿Qué hace falta para activar a las personas? Se lo preguntamos a Wiebe van Gool, consultor de Blended Learning en el call center de Grupo VANAD.
Si le echas un vistazo a los textos de esta página web, pronto lo tendrás claro: con los cursos online de GoodHabitz tus empleados se pondrán a aprender en un abrir y cerrar de ojos. No tenemos la menor duda. Sentimos total confianza hacia nuestros profesionales de RR. HH. y L&D. Con una buena ración de promoción, entusiasmo e inspiración puedes hacer del desarrollo personal un buen hábito en tu empresa. Eso sí, no olvides un factor importante: el apoyo.
Un puente hacia el desarrollo
«Hemos lanzado GoodHabitz a lo grande», recuerda Wiebe. «El 30% de los empleados del call centre trabaja en el mismo lugar que nuestros clientes. Empezamos por llevar a cada miembro de la plantilla una manzana con la pegatina de GoodHabitz para buscar esa conexión personal. Pero no nos quedamos ahí. Decidimos hacerle parte de nuestro ciclo de desarrollo, incluyendo GoodHabitz en el conocido como Plan Personal “Moving Forward”». De este modo, los cursos online de GoodHabitz dejan de ser ese “regalo” en el que la responsabilidad recae enteramente en los empleados. Ahora, managers y trabajadores buscan juntos (cada trimestre) el vínculo perfecto entre la formación y las oportunidades de desarrollo personal.
«Muchos eligen una formación basándose en su motivación intrínseca, pero la mayoría necesita algo de orientación y debe sentir la necesidad de aprender».
Orientación y necesidad
Para un call center como el Grupo VANAD, el tiempo de gestión de una llamada es un KPI de vital importancia. Una formación que puede poner en práctica, por ejemplo, son las técnicas de conversación como la PNL. «Está en el top 3 de nuestros cursos favoritos», aclara Wiebe. «Los cursos de formación profesional son, sin duda, los más populares. A saber, para un directivo hablaríamos de “Reuniones one-to-one". Muchos compañeros se deciden por cursos como “Aumenta tu vitalidad” basándose en su motivación intrínseca, pero la mayoría necesita algo de orientación y debe sentir la necesidad de aprender» .
El factor tiempo
Ofrecer apoyo va más allá de la orientación. También se trata de construir un entorno favorable y de optimizar las condiciones formativas. Según Wiebe: «Esta es la primera herramienta que adquirimos en el ámbito del desarrollo personal. Nuestros managers siempre buscaban recursos didácticos para los miembros de su equipo». Ahora que los tienen, lo importante es mantener en orden todas las condiciones previas. « Un punto de disputa recurrente es el tiempo. ¿Realmente hay tiempo para aprender? ¿Hay que sacar horas de nuestra vida personal o del horario laboral? El Grupo VANAD apuesta por crear tiempo libre para sus empleados. «Depende un poco del proyecto, pues debemos alcanzar nuestros niveles de servicio y justificar nuestras horas a los clientes. En ocasiones, un empleado recibe un número X de horas para una formación específica. Pero también hay clientes a los que podemos facturar horas de estudio, debido al aumento de calidad que estas suponen para el servicio».
«Los empleados se toman tranquilamente un café, se ponen al día y empiezan a estudiar. Todo muy casual».
Trayectoria mixta
En ocasiones el umbral para ponerse en marcha y comenzar con el elearning es un poco alto. La “falta de tiempo”, por ejemplo, es un argumento repetido al que el Grupo VANAD ha sabido dar solución. Pero, a menudo, es el estrés de la elección lo que impide a los empleados empezar a aprender. Por ello, esta call center se enfoca en fijar objetivos. «Combinamos GoodHabitz con una serie de programas de coaching desde el primer día», explica Wiebe. «Empiezan con una formación sobre técnicas de conversación, seguida de un curso presencial y su puesta en práctica. Todo ello, apoyado por un asesoramiento continuo. Una vez han completado este proceso, nos centramos en la empatía y los cursos orientados al cliente o la formación en PNL». Así, los empleados se familiarizan con GoodHabitz y se suprime la teoría de los cursos presenciales.
Taza de café y estudio
A falta de llamadas, bueno es el desarrollo personal. «Efectivamente, cuando hay tranquilidad en la línea, le hacemos un hueco a GoodHabitz en el plan de horario de trabajo. Todo muy casual, pues no es una obligación. Los empleados se toman tranquilamente un café, se ponen al día y empiezan a estudiar. Nos gusta autodenominarnos “La Empresa del compromiso Humano”. Este modelo de crecimiento personal da buena fe de ello».
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