El 2020 y la actual crisis han traído un nuevo reto a nuestro día a día: la adaptación. ¿A qué? A los cambios en nuestra vida social, a las restricciones de movilidad y a la digitalización de nuestro puesto de trabajo. Y no es fácil lidiar con situaciones tan insólitas. Pero, parte de aprender es tolerar la incertidumbre y gestionar la ansiedad. En definitiva: resiliencia.
Compartir
<«¿Resi... qué?». La resiliencia. Una de las aptitudes más demandadas en empleados pero, sobre todo, la pieza clave de tu salud mental. Y tenemos buenas noticias para ti: ¡Se puede aprender! Sigue leyendo este artículo y descubre cómo, con nuestros trucos y consejos, darle un empujón a tu resiliencia y a la de tu equipo solo está a algunos cursos online de distancia.
La resiliencia se puede aprender
La resiliencia implica reaccionar de forma positiva a la presión, a los contratiempos, cambios y desafíos. Nada de superar la adversidad, sino aprender de ella. En definitiva, se trata de saber doblarte sin llegar a romperte. Puedes empezar por algunos cambios de comportamiento como establecer metas, ser más optimista y despejar la mente para tener las pilas cargadas cuando más lo necesites.
Todos tenemos problemas. Es un hecho. Pero cada uno los afronta a su manera. Algunos logran mantener el equilibro, mientras que otros se ven empujados cuesta abajo y sin frenos. ¿A qué se debe? Existen diferentes variables. La más importante parte de uno mismo: la personalidad. Esta, de la mano de factores externos como el entorno y el apoyo que recibes de otros, determinarán tu reacción ante el estrés. Si no te consideras una persona muy resiliente, ¡no desesperes! Aún puedes aprender a serlo.
Autoconocimiento en el control del estrés
Manejar situaciones que te ponen bajo mucha presión requiere de autoconocimiento. Saber cuáles son tanto tus puntos fuertes como débiles te permitirá trabajar de manera consciente en situaciones angustiosas. ¿Qué te estresa? Si ya sabes la respuesta, puedes empezar a trabajar en estrategias que te ayuden a lidiar con cada situación. ¿Sabías que la tercera edad (+65) suele demostrar una mayor capacidad para afrontar dificultades y sobrellevar el estrés? Quizás sea su experiencia vital la que les facilita un mejor autoconocimiento. O puede que los reveses vividos les hayan enseñado a ser más resilientes. Recuerda: más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Otra opción es fijar metas a largo plazo. Estas marcan el rumbo hacia una futura relajación. Te ayudan a perseverar y a afrontar con mayor entereza tiempos turbulentos. El estrés, tu archienemigo hasta el momento, pasa a ser un aliado más y te impulsa hacia mayores niveles de rendimiento. ¡Increíble pero cierto!
Despeja la mente
¿Cuándo fue la última vez que te diste un respiro? En tiempos de smartphones y tablets, no estar siempre conectado es prácticamente misión imposible. La tentación de responder a un email más o a un compañero de camino a casa nos persigue. Durante los descansos, el móvil es nuestra principal fuente de risas y entretenimiento. Y para cuando el sueño nos vence, la presión ya se ha hecho con el lado bueno de la cama. Lo que significa que aunque creas que tu cerebro está en modo avión, en realidad funciona a máxima velocidad de fibra. A largo plazo, tu creatividad se verá afectada. Así que, tómate un respiro de vez en cuando o, simplemente, no hagas nada. Y con no hacer nada también nos referimos a distanciarte de las redes sociales. ¡No te engañes! No solo son una distracción para tus tareas cotidianas, sino también una gran influencia para tu psiquis.
Activa alarmas que te recuerden tomar un descanso de vez en cuando. Aprovecha estas pausas para meditar y puede que te ayuden a alcanzar ese nivel de relajación que necesitas.
¡Larga vida a los optimistas!
¿Eres de vaso medio lleno o medio vacío? ¿Ves calma después de la tormenta o en tu cielo azul solo hay nubes negras? El optimismo es fundamental para la resiliencia. Puede que no todos los días sean buenos, y no te pedimos ver la vida color Mr. Wonderful. Pero como alguien dijo una vez: «el optimista siempre tiene un plan; el pesimista, una excusa». Mantener una actitud positiva te ayudará a que los contratiempos solo te afecten de un modo temporal. ¡Cambiemos el chip!
«¿Cómo?». Empieza por evitar frases negativas como «No va a salir bien» o «Nunca lo conseguiré». Tu cuerpo escucha lo que tu mente dice y los pensamientos negativos solo traen realidades negativas. Libérate de ellos identificándolos como lo que son: pensamientos. Lo mismo ocurre a la inversa: Pensar en positivo te ayudará a influir sobre ti mismo y a fijar metas. ¿Demasiado bueno para ser verdad? Este fenómeno ya ha sido demostrado científicamente y se denomina el «efecto Rosethal». Se basa en un estudio psicosocial que determina las expectativas positivas como una influencia concluyente del desempeño.
¡Uno para todos y todos para uno!
¡Qué razón tenían los tres mosqueteros! (o mosqueperros si eras más de dibujos). Tu entorno y el apoyo que recibes de los demás también tienen impacto en tu resiliencia. Pero esta transformación digital que va cada vez más al galope ha dado un giro de 180º a la forma de comunicarnos. La regla más importante sigue siendo la misma: saber mantener una buena conversación y trabajar en la comunicación activa con tus empleados. ¡Y no es tarea fácil! No se trata solo de hablar. Requiere de honestidad al referirse a expectativas y metas, así como de un interés mutuo por la otra persona.
De vuelta en casa y, sorpresa sorpresa, ocurre lo mismo. Especialmente cuanto más tiempo pasas en ella. Sentirte conectado con los tuyos y parte de conversaciones amenas te ayuda a lidiar con los cambios. Las personas con inteligencia social disfrutan de las relaciones – y eso se traduce en salud.
En GoodHabitz estamos ansiosos de empezar el nuevo año. ¿Tú también? Más allá de los típicos propósitos de ir al gimnasio, dejar de fumar o leer más, ¿por qué no le damos un chute de energía a nuestra resiliencia con estos consejos?
¿Quieres saber más?Empieza el curso online «Elcaminohacia el éxito» y descubrecómopodemosayudarte a ser tumejorversión.
Utilizamos cookies con fines de marketing, optimización y funcionalidad para ofrecerte la mejor experiencia en nuestra web. Pero, ¡tú decides qué cookies quieres probar! Haz clic en "Aceptar" para dar permiso a todas las cookies o, de lo contrario, modifica tu configuración de cookies.