Salud y bienestar en el trabajo: la responsabilidad es de todos nosotros.

¡Estrés, ansiedad, depresión, síntomas de estrés postraumático y agotamiento! En 2020, con la pandemia, 576 mil personas solicitaron licencia por problemas de salud mental. Esto fue un aumento del 26 % comparado con 2019, según datos de la Secretaría Especial de Previsión y Trabajo. El malestar en el trabajo afecta tanto a la empresa como a sus colaboradores, generando altos costos debido a ausencias prolongadas, empeoramiento de relaciones personales y reducción de la productividad. Pero, ¿cómo pueden los colaboradores manejar el estrés o la ansiedad? ¿Quién es responsable de abordar y cuidar de esto? ¿Podemos culpar únicamente a la empresa o es responsabilidad compartida con el colaborador?

Bienestar laboral: el estado de ánimo por encima de todo

La salud y el bienestar en el trabajo son temas primordiales. Cada vez surgen más iniciativas como áreas de relajación, actividades para integrar equipos, sesiones de yoga e incluso la figura del "Gerente de Felicidad". Sin embargo, la felicidad en el trabajo es un concepto complejo y sería simplista limitarlo solo a las acciones de la empresa.

¿Qué es el bienestar laboral? Es principalmente un estado de ánimo, que se caracteriza por "un equilibrio positivo entre lo que el colaborador puede hacer y lo que necesita o desea, y lo que el entorno laboral permite u ofrece". Esto incluye tanto factores físicos (como la ergonomía del espacio de trabajo) como emocionales (como la sensación de satisfacción, confianza o placer).

Esta definición de la OMS resalta la subjetividad implícita en el concepto de "felicidad en el trabajo", que es una noción muy personal. Cada persona tiene su propia idea de felicidad, al igual que sus propias necesidades y aspiraciones. ¿Esto significa que no hay lugar para la felicidad en el trabajo? De ninguna manera. Sin embargo, aunque el empleador tiene un papel que desempeñar, especialmente desde el punto de vista legal, el colaborador y el gerente también lo tienen.

Una responsabilidad compartida

Todos en la empresa, desde la dirección hasta los colaboradores, tienen una función en la promoción de la salud y el bienestar en el trabajo. Esto incluye acciones a nivel organizacional, lideradas por el empleador y el departamento de recursos humanos, así como intervenciones a nivel de equipo, dirigidas por los gerentes. Además, los propios colaboradores también pueden tomar medidas individuales para mejorar su bienestar laboral. Es importante entender el papel que cada uno desempeña en este proceso.

La responsabilidad de la empresa

Hay muchas acciones que una empresa, especialmente el departamento de recursos humanos, puede tomar para fomentar la felicidad en el trabajo.

Todo comienza en la entrevista de selección, donde es fundamental asegurarse de que el candidato posea tanto las habilidades necesarias como los valores y la mentalidad que se alineen con la cultura de la empresa.

Además, se pueden implementar diversas iniciativas para crear un ambiente laboral saludable y agradable. La educación continua, los programas de salud física y mental, y la comunicación interna son solo algunas de ellas.

En el contexto actual, con el distanciamiento social y el progreso tecnológico, que a veces nos alejan más de lo que nos acercan, la sensación de soledad entre los colaboradores está creciendo, lo que tiene un gran impacto en su salud y bienestar.

En un informe de PWC sobre cómo las empresas pueden preparar a su fuerza laboral para el futuro, se destaca el papel importante del empleador en la creación y mantenimiento de conexiones sociales para fortalecer la resiliencia de los colaboradores. Lo mismo se aplica a la autonomía que se otorga a los empleados.

¿Sabías que sentirse impotente en el trabajo puede afectar negativamente el bienestar, la motivación y la creatividad? PWC enfatiza la importancia de avanzar hacia una cultura corporativa que empodere más a los colaboradores para mejorar su bienestar, productividad, satisfacción laboral y compromiso.

La responsabilidad de los colaboradores

Sin embargo, ¡la empresa no es la única responsable de la felicidad en el trabajo! El colaborador tiene un papel que desempeñar en esta búsqueda. Como mencionamos antes, la felicidad es una actitud personal. Para ser feliz en el trabajo, el colaborador debe primero conocerse mejor y preguntarse: ¿Mis tareas son lo suficientemente estimulantes? ¿O son una fuente de ansiedad? ¿Me gusta mi trabajo? ¿Mi relación con mi trabajo es saludable? ¿Qué habilidades necesito desarrollar?

Sin esta introspección, el colaborador no puede saber qué lo hace feliz. Esto se aplica tanto a la vida personal como profesional.

Una vez que el colaborador sea consciente de sus aspiraciones y necesidades (el GoodScan es muy útil para esto), le corresponde invertir en su propio desarrollo personal. De hecho, aunque el empleador desempeñe un papel fundamental al ofrecer capacitación, solo una iniciativa voluntaria y espontánea del colaborador dará frutos.

En cuanto a la pasión por el trabajo, incluso cuando la empresa la fomente, depende en gran medida de los propios colaboradores. Solo el colaborador puede decidir aprovechar la autonomía ofrecida por la empresa, seguir diligentemente un curso de capacitación, ir al trabajo sonriendo por la mañana, ser más optimista o cuidar de su salud haciendo pausas regulares, comiendo de forma saludable y practicando actividad física regular. El colaborador debe ser el protagonista de su propia felicidad en el trabajo.

La responsabilidad del gerente

¿Y qué pasa con el gerente? Desde reconocer señales de debilidad hasta demostrar aprecio, escuchar y ayudar a los demás, el gerente es un eslabón esencial para el bienestar en el trabajo.

Además de los esfuerzos de la empresa y del colaborador, el gerente debe fomentar un sentido de pertenencia y trabajo en equipo, invertir en el desarrollo personal de sus colaboradores y adoptar un liderazgo transformador para promover la participación, el trabajo en equipo y el bienestar laboral.

En cuanto a la salud y el bienestar en el trabajo, la palabra clave aquí es corresponsabilidad. Todos, a su propio nivel, contribuyen a ello. Y todos tienen algo que ganar con ello: un entorno laboral saludable, desarrollo personal, una marca empresarial más fuerte, productividad, creatividad y diversión en el trabajo. Juntos, empresas, equipos y colaboradores pueden vivir felices para siempre.