Si juntamos a un grupo de desconocidos y les pedimos que trabajen codo con codo en el mismo edificio u oficina durante ocho horas al día, seguro habrá algún desacuerdo. Ahora imagina que ese grupo cuenta con personas de distintas generaciones, todas ellas con valores y visiones del mundo diferentes. El número de conflictos puede multiplicarse enormemente. Así que el reto es mayúsculo. Sin embargo, gestionar y motivar a una plantilla diversa no tiene por qué meternos en un aprieto. Con las habilidades, la mentalidad y las herramientas adecuadas, tus managers pueden convertirse en el pegamento que mantenga al equipo unido. Así que, ¡pongamos los siguientes consejos en práctica!
Imagina todos los clichés que has escuchado sobre las diferentes generaciones. Bien. Ahora, olvídalos. Porque estas expectativas creadas por la sociedad sobre cada generación nos impiden tratar a cada empleado de manera justa. Sin importar la edad, cada trabajador es un individuo único con sus propios talentos, experiencias y conocimientos. Y todos tienen algo valioso que ofrecer al equipo.
Solo cuando dejes de lado esos prejuicios superficiales y te enfoques más en los resultados, en lugar de cosas como la edad, los años de experiencia o el nivel educativo, podrás identificar qué empleados destacan en ciertos proyectos y cuáles enfrentan dificultades. Esto te dará, como líder, las pistas necesarias para sugerir una formación específica o para establecer un programa de mentoring (del cual hablaremos en un momento) en el que los más "experimentados" puedan guiar a los demás. No se trata solo de tener a cinco generaciones (Tradicionalista, Baby Boomer, Generación X, Millennials y Generación Z) trabajando juntas, sino también de tener cinco generaciones aprendiendo unas de otras. Por eso, es crucial aprovechar las fortalezas de cada una.
2. Construye una cultura del feedback en el trabajo
Todos deseamos tener equipos más unidos, productivos y con buenas relaciones entre todas las generaciones, ¿verdad? Pues para lograrlo, primero hay que construir una cultura donde el feedback sea abierto y transparente. En general, el 85% de las personas que trabajan desean crecer y están dispuestas a aprender nuevas habilidades para mejorar. Sin embargo, para que realmente se motiven a desarrollarse personalmente, necesitan un impulso inicial. Y el feedback oportuno puede ser justo ese incentivo. Al establecer un ciclo de retroalimentación continua en el equipo, en lugar de depender únicamente de evaluaciones anuales, se crea un estímulo constante para la mejora. Esto fomenta que los empleados se retroalimenten mutuamente y hagan del desarrollo personal una prioridad en la organización.
Un excelente ejemplo de cómo aprovechar el feedback para el beneficio de todos es el municipio de Bladel. Te lo contamos todo en este artículo.
Al planear proyectos o tareas con un equipo que incluye empleados de diferentes generaciones, es importante considerar sus fortalezas, habilidades y experiencias únicas. Cada grupo de edad aporta distintas características y talentos al equipo, lo que hace que los equipos intergeneracionales sean una excelente manera de aprovechar lo mejor de cada generación e individuo. Esta colaboración puede generar nuevas ideas y enfoques, promoviendo así la innovación. Pero, ¿cómo aseguramos el éxito de las soft skills en un equipo multigeneracional? Tres palabras: comunicación y mente abierta. Son requisitos básicos para reconocer las valiosas ideas, experiencias y puntos de vista que cada miembro del equipo puede ofrecer.
Otra forma efectiva de cerrar la brecha entre generaciones son los programas de mentoring. Estos programas emparejan a empleados con ejecutivos experimentados para trabajar juntos en un objetivo compartido. Es probable que ambas generaciones aprendan y compartan sus fortalezas entre sí. Nuevamente, la confianza y la inteligencia social son clave para que estas colaboraciones sean exitosas. Si un programa de mentoring funciona bien, puede fortalecer los lazos entre todas las generaciones en el equipo.
4. ¡Todos a bordo!
Para que todos estemos en el mismo barco, nada mejor que tener un propósito en común. Un punto claramente definido, compartido y específico en el horizonte hacia el que trabajar. Así, tus colaboradores, independientemente de su edad, disfrutarán de una experiencia compartida enriquecida por los puntos fuertes, las cualidades y los conocimientos de cada uno.
¡Hoy es un buen día para sumergirte en la lectura!
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